Las sombras
se descuelgan del puente
Caen los vestidos
penas grises
que la sana costumbre nos impone.
Quién pudiera
como ellas
entregar su desnudez al río
y después sentarse
en la paciencia de las piedras
a esperar que el sol
nos explique
de que color estamos hechos.
Silvia Katz
Hola Pantufla,
ResponEliminaEstàvem per aquí i ens ha agradat el teu bloc. Com va l'estiu?
Endavant! Rep una abraçada,
Gemma, Rosa i Toni